El corte por fusión y soplado es una técnica de separación térmica utilizada principalmente en la industria del metal. Consiste en fundir el material mediante un haz de energía —como el de un láser o un plasma— y eliminar el metal fundido mediante un gas a presión. Este método permite cortes limpios, rápidos y precisos, especialmente en metales como el acero, el aluminio o el acero inoxidable.
Gracias a su eficiencia y a la calidad del resultado, el corte por fusión y soplado es ampliamente utilizado en sectores como la automoción, la maquinaria industrial, la construcción metálica o la calderería.
¿Cómo funciona el corte por fusión y soplado?
El corte por fusión y soplado se basa en dos elementos clave:
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Una fuente térmica intensa, como un láser o un chorro de plasma, que calienta el material hasta su punto de fusión.
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Un chorro de gas a presión, que expulsa el metal fundido de la zona de corte, dejando una ranura estrecha y precisa.
A diferencia del corte por combustión (como el oxicorte), en este caso no hay reacción química entre el gas y el material. El proceso es puramente físico: fundir y soplar. Por eso, también se conoce como corte por fusión asistido por gas o corte térmico sin oxidación.
Gases utilizados en el corte por fusión y soplado
El tipo de gas empleado varía según el material y la calidad de corte deseada. Los más comunes son:
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Nitrógeno (N₂): no reactivo, ideal para cortar acero inoxidable y aluminio sin decoloraciones ni óxidos.
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Argón (Ar): gas inerte, útil para aplicaciones especiales o materiales sensibles.
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Aire comprimido: opción económica para materiales no críticos, aunque menos precisa.
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Oxígeno (O₂): se puede usar, pero en este proceso no se busca la oxidación, como sí ocurre en el oxicorte.
El gas no solo expulsa el material fundido, sino que también protege el borde de corte de contaminaciones o reacciones no deseadas.
Aplicaciones del corte por fusión y soplado
Este tipo de corte se emplea en múltiples sectores gracias a su versatilidad y calidad de acabado. Algunas aplicaciones destacadas:
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Industria metalúrgica: corte de chapas para calderería, estructuras, maquinaria, etc.
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Automoción y aeroespacial: producción de componentes con tolerancias estrictas.
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Arquitectura y diseño industrial: piezas decorativas o funcionales con cortes precisos.
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Fabricación de bienes de equipo: carcasas, soportes, paneles y más.
En todos estos casos, el corte por fusión y soplado permite trabajar con rapidez, precisión y mínima deformación térmica.
Ventajas del corte por fusión y soplado
El corte por fusión y soplado presenta numerosas ventajas frente a otros métodos:
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Cortes limpios y sin rebabas
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Alta precisión dimensional
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Velocidad de corte elevada
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Apto para metales difíciles como el aluminio
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Evita oxidación o decoloración en materiales sensibles
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Compatible con automatización y CNC
Además, al no implicar combustión ni contacto físico, el desgaste de herramientas es prácticamente inexistente.
Limitaciones del proceso
Aunque el corte por fusión y soplado es muy eficiente, también tiene ciertas limitaciones:
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Coste del gas asistente: el uso de gases como nitrógeno o argón puede incrementar los costes operativos.
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Equipamiento especializado: requiere sistemas láser o de plasma de alta potencia.
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Espesor limitado: en algunos materiales, el espesor máximo cortable con este método puede ser inferior al del oxicorte.
Por eso, es fundamental evaluar el tipo de material, el grosor y los requisitos de calidad antes de elegir esta técnica.
Diferencias con otros tipos de corte térmico
A diferencia del oxicorte, donde el gas oxígeno reacciona con el metal para generar calor adicional, el corte por fusión y soplado no genera una reacción química. Esto lo hace más adecuado para materiales no ferrosos (como el aluminio o el acero inoxidable) y para piezas donde se requiere un borde limpio y sin oxidación.
Frente al corte mecánico, este método permite mayor velocidad, menor desgaste y más libertad en el diseño de trayectorias complejas.
El corte por fusión y soplado es una técnica precisa, rápida y limpia para trabajar con metales fundibles. Su capacidad para ofrecer cortes de alta calidad sin generar oxidación lo convierte en una opción ideal para sectores exigentes que buscan eficiencia y acabado perfecto.
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