El retroceso interior es un concepto técnico que hace referencia al ajuste del tope posterior (o calibre trasero) durante los procesos de plegado de chapa. Su correcta configuración permite compensar desviaciones y asegurar la exactitud en la posición de los pliegues, especialmente cuando se trabaja con diseños complejos o con múltiples dobleces consecutivos.
En entornos de fabricación donde se requiere una alta precisión dimensional, controlar el retroceso interior es esencial para mantener la calidad y repetibilidad en cada pieza.
¿Qué es el retroceso interior?
El retroceso interior (también conocido como back offset o retract) es el desplazamiento programado del tope posterior de la plegadora, justo después de que la chapa entra en contacto con él. Este desplazamiento hacia atrás tiene lugar antes de que se inicie el movimiento del punzón, y su función es liberar ligeramente la chapa para evitar que se deforme o dañe durante el pliegue.
En otras palabras, es una pequeña retirada del tope que mejora el posicionamiento y reduce tensiones innecesarias en la zona de contacto.
¿Por qué es importante aplicar retroceso interior?
Aunque se trata de un movimiento muy sutil —normalmente en el rango de 0.2 a 1.0 mm—, el retroceso interior tiene un impacto directo en la calidad del plegado. Su aplicación es especialmente relevante en los siguientes casos:
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Plegados de materiales sensibles o finos, donde el contacto prolongado podría marcar la chapa.
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Plegados consecutivos en piezas con múltiples caras, donde el ángulo anterior puede interferir con el tope posterior.
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Situaciones donde se requiere un ajuste preciso del ángulo, sin interferencias mecánicas.
Al incorporar este retroceso, se mejora el control de la chapa y se evitan errores como la deformación del borde, el mal posicionamiento o el desgaste prematuro del sistema de tope.
Relación con el calibre trasero
El retroceso interior es una función integrada en el sistema de calibre trasero o backgauge. Como explicamos en nuestro artículo sobre el calibre trasero, este componente define la posición de la chapa antes del plegado.
El retroceso actúa justo después de que el operario o el sistema automático posiciona la pieza contra el tope. Gracias a sensores y sistemas CNC, el retroceso se aplica de forma precisa y repetitiva, sin necesidad de intervención manual.
Cómo se configura el retroceso interior
Los sistemas de plegado CNC modernos permiten definir el retroceso interior como un parámetro editable por el operario. Generalmente se especifica en milímetros y se ajusta según:
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El tipo de material (acero, aluminio, latón…).
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El espesor de la chapa.
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La complejidad del plegado.
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La longitud de la pestaña que se desea obtener.
Recomendaciones generales de ajuste
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Para chapas finas (< 1 mm): retroceso de 0.5 – 1.0 mm.
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Para chapas medias (1 – 3 mm): 0.3 – 0.5 mm.
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Para chapas gruesas (> 3 mm): retroceso mínimo o inexistente si no hay riesgo de deformación.
En LaserBoost, estos ajustes se realizan automáticamente según el tipo de material y diseño cargado en el sistema CAD/CAM, reduciendo el margen de error y acelerando el proceso.
Ventajas de aplicar retroceso interior
El uso adecuado del retroceso interior ofrece ventajas concretas para la fabricación profesional de piezas metálicas:
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Mayor precisión en la longitud de las pestañas.
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Reducción de marcas o dobleces indeseados.
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Mejor acabado superficial, especialmente en aluminio o acero inoxidable.
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Menor desgaste de los componentes del sistema de tope.
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Mayor seguridad del proceso al evitar atascos o desplazamientos erráticos.
Estas ventajas permiten cumplir con los estándares de calidad más exigentes en sectores como la automoción, el diseño industrial o la fabricación de componentes estructurales.
Retroceso interior en combinación con otras funciones
El retroceso interior se puede combinar con otras funciones avanzadas como:
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Compensación de curvatura: para corregir el retorno elástico.
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Plegado secuencial automático: para ejecutar múltiples pliegues sin reubicar la pieza.
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Sensores de contacto: que detectan el momento exacto de apoyo para sincronizar el retroceso.
Esta integración es habitual en máquinas de alta gama, como las utilizadas por LaserBoost, donde todos estos parámetros se gestionan desde el mismo sistema de control.
El retroceso interior es una función discreta pero esencial en el proceso de plegado industrial de chapa. Su correcta aplicación mejora la precisión, evita defectos y contribuye a una producción más fluida, especialmente cuando se trabaja con materiales delicados o piezas con formas complejas. En LaserBoost optimizamos cada parámetro de plegado incluido el retroceso interior para ofrecer piezas metálicas con acabados impecables, medidas exactas y total compatibilidad con cualquier montaje o aplicación final.